El juego es un espacio único, donde se aprende a vivir y a crear. Ahí, el niño es grande y el grande, niño. Una escoba se convierte en caballo, un guante en un monstruo gigante y el cordón es un avismo que deben cruzar nuestros personajes para llegar a destino. Porque creemos que vale la pena aprender jugando, porque sentimos que debemos revindicar aquellos juegos que de niños nos transformaron en adultos y porque estamos convencidos de queno existe edad para jugar.